jueves, 3 de mayo de 2012

Mi Confrontación con la docencia


Soy ingeniero en Electrónica, estoy agradecido con mis padres por haberme dado la libertad de escoger ésta carrera, aun sabiendo ellos que implicaba cambiar mi lugar de residencia para estudiar lo que yo quería. Me siento contento de haber elegido correctamente, ya que en la actualidad la electrónica tiene que ver en diversos campos. Un ejemplo claro es la agricultura protegida, o agricultura por invernaderos en donde el cultivo por hidroponía hace posible tener una mayor producción en menos espacio. En donde la electrónica de control juega un papel muy importante.

Soy una persona introvertida que poco a poco e ido superando el temor a hablar en público hasta llegar al punto de poder dirigir un evento. Mi primera experiencia como profesor fue el de asesor de matemáticas e historia en el Instituto Veracruzano para la Educación de los Adultos, IVEA. Fui con la plena idea de superar el temor que tenía de hablar ante un público. Y más que un problema lo vi como un reto, así como el de matar dos pájaros de un tiro, ya que cumplí con mi servicio social en el Tecnológico y superé de cierta manera ese temor. ¿Qué consecuencias acarrearía esto? Pues nació en mi la satisfacción de poder ayudar a otros en sus cuestiones académicas, nació el gusto por dar clases, por ayudarles a comprender lo que se les dificultaba por cuenta propia. 

A partir de ello siempre he buscado nuevas formas de enseñar, una técnica que me gusta mucho utilizar son las analogías. Volver algo complejo en algo sencillo, y explicarlo en términos cotidianos.

Actualmente veo como la imagen del profesor se ha deteriorado, esto lo sé por comentarios de amigos y familiares de mayor edad. Ya que puedo platicar con mis papás sobre la manera en que fueron educados por los abuelos y por los profesores de antaño. La educación era más rigurosa.

El papel del profesor ante la sociedad es muy fuerte, ya que el académico debería ser un factor de cambio para nuestro entorno. Proponiendo siempre normas de conducta que nos lleven a alcanzar resultados positivos para nuestra comunidad, nuestra sociedad, nuestra ciudad, nuestro estado, nuestro país, nuestro mundo. Ser profesor es una gran responsabilidad, porque en cierta medida contribuimos con la formación de los ciudadanos que formarán parte de nuestra sociedad. Y que aunque sabemos que el sistema educativo y administrativo de la educación en nuestro país es malo, si no tenemos la voluntad de actuar, estaremos contribuyendo a que tengamos, mayor inseguridad, menos empleo, menos valores ciudadanos y un país más pobre en cultura, conocimiento y riqueza intelectual.

A veces obtengo mis pequeñas victorias cuando me entero de que no les ha ido tan mal a los muchachos que pasado por mi aula. Y cuando te recuerdan aquellos consejos que les diste, o cuando fuiste un factor determinante en su toma de decisiones. Obtengo mis pequeñas victorias cuando un mal alumno se convierte en buen alumno, cuando aquel estudiante falto de valores ahora predica buenos valores con el ejemplo y señala a otros y los invita a practicarlos.

A veces me siento mal cuando veo con pena en cuanto recae la responsabilidad de los padres en la educación de sus hijos, y en como se ven afectados emocionalmente. Pero nadie tiene una varita mágica para componer al mundo. Dirán algunos que es batalla perdida pero “Nadie comete un error mayor que aquel que no hace nada porque piensa que solo puede hacer poco”. No creen?

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